Contrato de colaboración entre autónomos: qué es y cómo crearlo

14 Mayo 2025

Por Maria Isabel Martínez Gómez Abogada experta en Derecho Mercantil

FacebookwhatsappXLinkedInEmail
Contrato de colaboración entre autónomos: qué es y cómo crearlo

Cada vez es más habitual que los autónomos trabajen aunando fuerzas, sumando esfuerzos para ofrecer servicios conjuntos o sacar adelante proyectos puntuales que puedan impulsarlos un poco más. Cuando esto ocurre, lo más recomendable, y lo más seguro, es firmar un contrato de colaboración entre autónomos que deje por escrito las condiciones del acuerdo.

Este tipo de contrato no solo previene posibles malentendidos, sino que puede proteger legalmente a ambas partes si surge algún problema durante o después de la colaboración.

Si estás pensando en hacer una colaboración con otro colega autónomo, te explicamos qué debe incluir este contrato de colaboración entre autónomos, cuándo conviene firmarlo y qué errores debes evitar.

¿Qué es un contrato de colaboración entre autónomos?

Un contrato de colaboración entre autónomos es un acuerdo privado y legalmente vinculante que firman dos o más profesionales autónomos con el objetivo de colaborar de forma puntual o continuada en un proyecto o prestación de servicios.

A diferencia de un contrato laboral, no implica relación de dependencia ni subordinación entre las partes. Cada autónomo mantiene su propia actividad y estructura, pero en esencia es que se coordinan para un objetivo común.

Por ejemplo, un diseñador gráfico y un copywriter que colaboran en una campaña. Un arquitecto y un aparejador que trabajan juntos en una reforma. O un abogado y un asesor fiscal que quieren ofrecer un servicio conjunto.

Menos gestiones es más tiempo para tu negocio.

Simplifica tu día a día. Déjanos a nosotros todo el papeleo.

Infórmate ahora

¿Por qué es importante formalizar la colaboración por escrito?

Legalmente no es obligatorio firmar un contrato por escrito (puede haber acuerdos verbales), pero es bastante recomendable hacerlo para evitar algunas cosas como:

  • Malentendidos sobre los plazos, precios o reparto de tareas.
  • Conflictos sobre la propiedad intelectual de lo creado.
  • Problemas si uno de los autónomos no cumple lo acordado.
  • Riesgos fiscales si Hacienda interpreta la relación como encubierta.

Además, en cualquier caso, contar con un contrato firmado demuestra profesionalidad y claridad ante clientes, colaboradores e incluso posibles inspecciones.

 

¿Qué debe incluir este contrato de colaboración entre autónomos?

Aunque no existe un modelo único, sí que existen elementos esenciales que debe contener un contrato de este tipo:

1. Identificación de las partes

Debe constar claramente:

  • Nombre completo o razón social.
  • DNI o NIF.
  • Domicilio fiscal.
  • Número de autónomo o información registral (si aplica).
     

2. Objeto del contrato

Hay que especificar de forma clara el objetivo de la colaboración. Un ejemplo podría ser:

“El presente contrato tiene por objeto la colaboración entre las partes para el desarrollo conjunto del proyecto (nombre del proyecto), consistente en (descripción de tareas o servicios).”

3. Duración

Puede ser:

  • Por un proyecto concreto (hasta su finalización).
  • Por un tiempo determinado (ej. 6 meses).
  • De forma indefinida con opción de rescisión con aviso previo.

Es importante definir fechas de inicio y fin, o al menos cuáles van a ser los criterios de finalización.

4. Obligaciones y funciones de cada parte

En este caso, se detallan qué debe hacer cada autónomo:

  • Qué tareas le corresponden.
  • Qué entregables o resultados se esperan.
  • Si hay exclusividad o no.
  • Quién asume qué responsabilidades (ej. atención al cliente, facturación, etc.).
     

5. Remuneración y forma de pago

Aunque cada parte facturará por su cuenta, en el contrato habría que incluir:

  • Honorarios pactados (fijos o variables).
  • Forma de cobro: transferencia, plazos, condiciones.
  • Reparto de ingresos si el cliente final es común.

Es decir, se debería añadir, por ejemplo: “Las partes acuerdan un reparto del 60%-40% de los ingresos netos generados por el proyecto.”


6. Propiedad intelectual e industrial

En este apartado quedaría reflejado quién es el titular de:

  • Textos, diseños, software u otros materiales creados.
  • Marcas o nombres comerciales (si se usan).
  • Posibilidad de reutilizar los materiales en otros proyectos.
     

7. Cláusula de confidencialidad

Es muy recomendable incluir una cláusula que prohíba revelar información sensible sobre el proyecto, los clientes o las condiciones del contrato. Por ejemplo: 

“Las partes se comprometen a no divulgar ninguna información confidencial a terceros sin consentimiento previo y por escrito.”


8. Protección de datos (LOPDGDD y RGPD)

Si se van a tratar datos personales de clientes u otros colaboradores, es esencial cumplir con la normativa vigente y dejarlo reflejado en el contrato. Esta parte también es muy importante.


9. Régimen fiscal y laboral

Para que todo quede lo más claro posible conviene añadir que:

  • No existe relación laboral entre las partes.
  • Cada autónomo responderá de sus propias obligaciones fiscales y de Seguridad Social.
  • Se descarta expresamente cualquier vínculo de subordinación.
     

10. Resolución del contrato

Aquí debería quedar indicado:

  • Causas para rescindir el acuerdo (incumplimientos, plazos, decisión unilateral).
  • Plazo de preaviso (normalmente 15 o 30 días).
  • Efectos tras la resolución (propiedad de lo creado, pagos pendientes, etc.).
     

Para tenerlo todo bajo control, ¿qué errores habría que evitar?

  1. No firmar ningún contrato podría ser un grave error. El acuerdo verbal puede quedar en nada si surgen discrepancias.
  2. No definir bien las tareas de cada parte. Es una fuente habitual de conflictos.
  3. No incluir plazos o fechas. Puede provocar retrasos e incumplimientos.
  4. No regular la propiedad del trabajo realizado. ¿Quién se queda con los diseños, textos o código?
  5. No prever qué ocurre si el cliente no paga. ¿Quién asume la pérdida uno o ambos?
  6. No dejar claro que no hay relación laboral. Esto puede provocar inspecciones y sanciones.

Si vas a firmar un contrato de colaboración y tienes dudas, consulta nuestros planes de negocios de Legálitas y un gestor personal te ayudará a aclararlas.
 

¿Debe registrarse o firmarse ante notario? ¿Existen modelos oficiales?

No es necesario. El contrato tiene plena validez legal por el simple hecho de estar firmado por ambas partes. Aun así, se recomienda firmarlo en dos copias originales y conservarlo con la documentación contable del ejercicio. Y no existe un modelo oficial, como ya habíamos comentado, pero sí que existen plantillas orientativas disponibles en portales de asesoría jurídica o asociaciones de autónomos. 

Aun así, lo ideal es que el contrato sea personalizado en función del tipo de colaboración y los servicios implicados.
 

Qué tener en cuenta al firmar un contrato de este tipo:

Firmar un contrato de colaboración entre autónomos no es solo una formalidad. Es una herramienta fundamental para:

  • Definir responsabilidades.
  • Evitar malentendidos.
  • Proteger derechos e ingresos.
  • Ofrecer garantías a clientes y colaboradores.

Es importante tomarse el tiempo necesario para redactarlo bien o pedir ayuda a un profesional legal. Porque una colaboración bien organizada puede marcar la diferencia entre el éxito conjunto o un problema que preferimos evitar.

Referencias legales:

Maria Isabel Martínez Gómez
Maria Isabel Martínez Gómez Abogada experta en Derecho Mercantil

FacebookwhatsappXLinkedInEmail

COMENTARIOS

HTML Restringido

  • Etiquetas HTML permitidas: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.

¿Te ayudamos a elegir?

Descubre en 1 minuto el plan que mejor se adapta a ti.

Empezar ahora

Artículos recientes