Qué es la conciliación bancaria de la contabilidad
26 Junio 2025

La conciliación bancaria es un proceso que te permite asegurarte de que lo que muestran tus libros contables coincide con la realidad de tus cuentas bancarias. Se podría decir que es el control de calidad de tu contabilidad, el filtro que evita errores, despistes y, sobre todo, problemas con Hacienda. Veámoslo en profundidad
¿En qué consiste realmente la conciliación bancaria de la contabilidad?
Se trata del procedimiento mediante el cual se comparan los movimientos registrados en tu contabilidad con los que aparecen en los extractos de las cuentas. El principal propósito es detectar y corregir cualquier diferencia. Puede ser un simple error de transcripción, un ingreso pendiente de registrar, una comisión bancaria no contabilizada, o, incluso, movimientos fraudulentos que hubieran pasado desapercibidos.
El proceso implica revisar, uno a uno, los movimientos de ambas fuentes: los libros contables y los extractos bancarios. Si todo cuadra, perfecto. Si no, toca investigar el origen de la diferencia y dejarlo todo bien atado.
¿Cómo se hace la conciliación bancaria de la contabilidad? Paso a paso Pasos que debes dar para realizarla correctamente
Es importante que sigas un método ordenado que permita detectar y resolver cualquier desajuste entre tus registros y los movimientos reales en cuenta. Te describimos, paso a paso, las tareas que conviene seguir desde la fase de preparación hasta la validación final.
Reunir la documentación necesaria
Antes de comenzar, descarga el extracto bancario correspondiente al periodo que quieras conciliar y accede a tu libro diario o al módulo de contabilidad del software que utilices. Tener ambos soportes a mano es imprescindible para contrastar con precisión cada asiento.
Definir el periodo de conciliación
Marca con claridad las fechas de inicio y fin del proceso. Lo más habitual es trabajar mes a mes. No obstante, si tu volumen de operaciones lo requiere, puedes optar por intervalos semanales. La delimitación temporal evitará solapamientos o lagunas en los apuntes.
Cruce de apuntes contables y bancarios
Ve revisando uno a uno los movimientos del extracto: cuando localices el mismo importe y fecha en tu libro diario, señala ambas anotaciones como conciliadas. Así te asegurarás de haber cubierto todas las transacciones registradas por la entidad.
Identificación de diferencias
Analiza cada caso al detalle cuando detectes cualquier diferencia. Es posible que se trate de un cobro pendiente de registro o de una comisión bancaria aún no anotada. Corrige directamente en tu contabilidad cualquier error de transcripción, duplicado u omisión.
Investigación de cargos desconocidos
Si aparece un cargo que no reconoces, solicita al banco el justificante de la operación. De este modo, podrás descartar o confirmar movimientos fraudulentos.
Ajuste de saldos finales
Una vez corregidas las diferencias, recalcula el saldo contable y compáralo con el que figura en el extracto.
Elaboración del informe de conciliación
Redacta un documento donde expliques las discrepancias encontradas, las correcciones aplicadas y el saldo final. Conserva este informe junto con los extractos y apuntes ajustados para cumplir los plazos legales de conservación. El Código de Comercio exige un plazo de conservación de la documentación contable de, al menos, seis años, a efectos mercantiles. Por su parte, la Ley General Tributaria establece que debe mantenerse durante cuatro años para fines fiscales.
Revisión y validación
Envía el informe a tu asesor o al responsable financiero para su aprobación. La firma o validación digital del documento genera un rastro de auditoría que refuerza la fiabilidad interna de tus procesos.
Mejora continua del procedimiento
Analiza los errores más frecuentes para pulir tu protocolo de registro y evita reincidir en los mismos fallos en futuras ocasiones. Valora también la integración de herramientas de conciliación automática que te permitan agilizar los procesos y reducir posibles errores.
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Cuáles son los objetivos de la conciliación bancaria de la contabilidad
Como resaltábamos al comienzo de este artículo, la conciliación bancaria no es un mero trámite. Nadie puede dudar que cumple una función estratégica en la gestión de tu negocio. Aparte de llevar las cuentas de forma correcta, tiene varios propósitos.
- Garantizar la fiabilidad de los estados contables. Comprobar que los saldos reflejados en el libro mayor coinciden con los extractos bancarios y asegurar que no hay partidas duplicadas, olvidos ni errores de transcripción que distorsionen el balance real.
- Detectar y prevenir fraudes o irregularidades. Identificar cargos no autorizados o microapuntes fraudulentos antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Facilitar la toma de decisiones financieras. Contar con información actualizada y fiable ayuda a planificar tesorería, inversiones o necesidades de financiación. De este modo, se evitan sorpresas de tesorería que puedan poner en riesgo la liquidez de la empresa.
- Optimizar el cumplimiento tributario. Asegurar que los ingresos y gastos estén correctamente registrados para calcular IVA, Impuesto de Sociedades o IRPF sin discrepancias.
- Disponer de documentación ordenada para responder con rapidez ante una posible inspección de Hacienda.
- Detectar comisiones no registradas, gastos ocultos o intereses indebidos que encarecen tu operativa.
- Negociar con tu entidad bancaria condiciones más ventajosas apoyándote en datos objetivos.
¿Es obligatoria la conciliación bancaria?
No existe una norma específica que indique la obligatoriedad de llevarla a cabo por las empresas. Sin embargo, la Agencia Tributaria exige que las cuentas anuales y las declaraciones de impuestos reflejen fielmente la realidad económica del negocio. Eso solo es posible si los saldos bancarios y contables coinciden. En concreto, el Plan General de Contabilidad para pymes (Real Decreto 1515/2007) define los criterios contables que han de seguir las pequeñas y medianas empresas.
Por su parte, para los autónomos es también muy recomendable, ya que puede evitar muchos dolores de cabeza y facilita demostrar ante Hacienda la diligencia en la gestión del negocio.
Claves legales y tecnológicas: la Norma 43 y la Ley Antifraude
En la práctica, la conciliación bancaria se ha simplificado mucho gracias a la Norma 43, también conocida como Cuaderno 43. Se trata de un formato estandarizado definido por la Asociación Española de Banca (AEB) que obliga a todos los bancos a facilitar los extractos en un formato digital estructurado y uniforme. Favorece la importación automática de todos los movimientos a los programas de contabilidad, agilizando y automatizando el proceso de conciliación. Además, la Norma 43 cumple con los requisitos de trazabilidad y conservación documental.
En relación con ella, conviene que tengas muy en cuenta que a partir del año 2026 autónomos y pymes tendrán la obligación de cumplir con los requisitos recogidos en la Ley 11/2021, más conocida como la Ley Antifraude y adaptarse a la normativa Verifactu. En concreto, se exige que, desde el 1 de enero de 2026, todas las sociedades limitadas, sociedades anónimas y cualquier otra forma societaria utilicen un software de facturación homologado y un sistema que permita emitir facturas que sean verificables por parte de la Agencia Tributaria. Por su parte, el plazo límite de los autónomos se amplía hasta el 1 de julio.
Tipos de conciliación bancaria
No todas las conciliaciones son iguales. Podemos encontrar dos modalidades fundamentales:
- Conciliación individual o aritmética. Consiste en comparar periódicamente los movimientos de cada cuenta bancaria con los registros contables, identificando y corrigiendo las diferencias una a una. Es la más utilizada por pymes y la que mejor se adapta a la operativa diaria.
- Conciliación conjunta o contable. Se centra en la elaboración de un documento resumen con todas las diferencias detectadas, para que el responsable contable realice los ajustes necesarios. Es más frecuente en empresas con mayor volumen de operaciones.
La conciliación bancaria es una práctica imprescindible para cualquier pequeño empresario que quiera dormir tranquilo. Y lo es porque esta herramienta de control, prevención y transparencia te permite anticiparte a los problemas y demostrar tu diligencia ante Hacienda. De todas formas, ponte en contacto con Legálitas Negocios y te asesoraremos al respecto.
Referencias legales:
Real Decreto de 22 de agosto de 1885 por el que se publica el Código de Comercio
Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria