Qué es el canal ético y qué empresas están obligadas

11 Julio 2025

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Qué es el canal ético y qué empresas están obligadas

Una empresa, permítenos la comparación, es como un iceberg. La parte visible, esa que ven tus clientes y proveedores, es apenas una fracción de toda la actividad que se desarrolla en su interior. Es en la zona oculta, sumergida, donde suelen acontecer los problemas. Situaciones que, incluso, y en caso de que no las detectemos a tiempo, tienen la capacidad de hundir el negocio. Es aquí donde el canal ético surge como una herramienta de navegación segura, que permite anticipar posibles problemas.

¿Realmente es necesario poner en marcha un canal ético? Como veremos más adelante, es posible que lo necesites por obligación legal. Pero es que, además, puede convertirse en un activo muy valioso de tu negocio. Te explicamos por qué.

¿Qué es exactamente el canal ético?

También conocido como sistema interno de información, el canal ético es más que un simple buzón de quejas. Se trata de una herramienta de comunicación interna que permite a cualquier persona vinculada con tu empresa (empleados, colaboradores, proveedores, clientes e incluso terceros, tal como antiguos trabajadores) informar de manera segura y confidencial sobre conductas irregulares o potencialmente ilícitas que se puedan estar produciendo en la organización.

Es algo así como un "detector de humo" para tu compañía. Su función es identificar los problemas antes de que se conviertan en incendios que puedan destruir todo lo que has construido. Por lo tanto, el canal ético actúa como un mecanismo preventivo que te permite conocer y abordar situaciones problemáticas en sus primeras fases, cuando aún tienes capacidad de maniobra para solucionarlas.

Está regulado por la Ley 2/2023, de 20 de febrero, sobre protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción, que transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva Europea 2019/1937, conocida como Directiva Whistleblowing y cuyo propósito es establecer un marco de protección para quienes se atreven a alzar la voz ante irregularidades. 

La ley obliga a poner en marcha canales de denuncia a empresas de un tamaño determinado, a la vez que crea todo un ecosistema de protección que incluye la Autoridad Independiente de Protección del Informante (AIPI), un organismo independiente, adscrito al Ministerio de la Presidencia y encargado de velar por el cumplimiento de la normativa. 

Esta herramienta debe garantizar la confidencialidad y, si el denunciante lo desea, el completo anonimato de quien realiza la comunicación. Además, la normativa prohíbe cualquier tipo de represalia contra las personas que utilicen el canal de buena fe.

¿Está tu empresa obligada a poner en marcha un canal ético?

Esta es probablemente una de las preguntas que más te interesan si aún no has puesto en marcha un canal ético. Te detallamos los criterios que señala la normativa en este aspecto.

Criterio principal: número de trabajadores

Si tienes contratados 50 o más trabajadores tu empresa está obligada a disponer de un sistema interno de información. Es importante aclarar que se contabiliza el total de la plantilla, incluyendo empleados a tiempo parcial, temporales y cualquier modalidad contractual.

No obstante, aunque tengas menos de 50 empleados, tu empresa podría estar obligada si opera en alguno de estos sectores.

  • Sector financiero.
  • Prevención de blanqueo de capitales.
  • Protección de datos.
  • Salud pública y seguridad alimentaria. 
  • Protección del medio ambiente.
  • Regulaciones tributarias. 
  • Seguridad en el transporte.
  • Todas las entidades que integran el sector público están obligadas.

¿Qué conductas se pueden denunciar en un canal ético? 

El diseño del canal ético persigue identificar grandes casos de corrupción o malas praxis estructurales, pero su alcance es mucho más amplio y cubre situaciones que pueden afectar el día a día de cualquier empresa. Te señalamos algunas:

Infracciones penales y administrativas graves

Persigue identificar, poder denunciar y solventar infracciones penales o administrativas graves o muy graves, tanto del derecho nacional como europeo. Esto incluye una amplia gama de comportamientos como la corrupción, el fraude, el soborno, el cohecho, la malversación de fondos o la apropiación indebida. 

Discriminación y acoso

El objetivo es señalar el acoso laboral o sexual, la discriminación por razón de género, raza, religión, orientación sexual, cualquier delito de odio y la vulneración de derechos fundamentales

Seguridad y salud laboral

Los trabajadores pueden denunciar en el canal ético los incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales que pongan en peligro la seguridad de trabajadores o terceros y la omisión de medidas de protección,

Protección de datos y confidencialidad

Todas las violaciones de la protección de datos deben ser valoradas en un canal ético. Entre ellas, la revelación indebida de información confidencial. También es un espacio que contribuye a identificar posibles ciberataques y vulnerabilidades de la seguridad en la empresa. 

Competencia desleal y conflictos de interés

El canal también permite identificar prácticas anticompetitivas, conflictos de interés no declarados o el uso indebido de información privilegiada por cualquier persona de la empresa.

Irregularidades financieras y contables

Está claro que es un elemento básico de prevención. En caso de carecer de datos sobre estos casos puede poner en riesgo, incluso la supervivencia de la empresa. Los denunciantes pueden informar sobre aspectos como la evasión fiscal, la manipulación de registros contables, el blanqueo de capitales o la financiación de cualquier tipo de actividad ilegal desde la compañía. 

Medio ambiente

El incumplimiento de normativa medioambiental o la gestión de residuos inadecuada pueden evitarse si se da la voz de alarma desde una herramienta como el canal ético.

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El responsable del sistema: una figura clave 

Una de las obligaciones que establece la normativa es la designación de un responsable del sistema interno de información, que tendrá un papel determinante para el correcto funcionamiento del canal ético.

El responsable debe ser una persona con cargo directivo o con capacidad de decisión dentro de la entidad, con facultades suficientes para desempeñar el cargo con independencia y diligencia. En empresas pequeñas, es habitual que sea ser el propio empresario o socio director. Su responsabilidad es que todas las denuncias que se reciban se gestionen correctamente. 

  • Recepción y gestión de las comunicaciones del canal.
  • Investigación interna de los hechos denunciados.
  • Coordinación con otros departamentos cuando sea necesario.
  • Resolución y comunicación de decisiones adoptadas.
  • Mantenimiento de la confidencialidad en todo el proceso

El nombramiento del responsable lo hace el gobierno o la administración de la empresa y debe comunicarse a la Autoridad Independiente de Protección del Informante. Además, es recomendable que esta designación conste en el reglamento interno del canal.

Pasos para implementar un canal ético en una empresa

El primer paso del camino es establecer y comunicar la política que va a regular el canal. Es decir, que todas las personas vinculadas a la empresa sepan quiénes pueden utilizarlo, qué hechos se pueden denunciar y la forma en que se garantiza la confidencialidad de la comunicación. 

La normativa es muy clara en el hecho de que este canal debe ser seguro, confidencial y accesible. Teniendo en cuenta se puede optar por diferentes tipos de plataformas, siempre que garanticen un registro seguro de todas las comunicaciones. 

  • Solución interna. Desarrollo de un sistema propio utilizando recursos internos. En este caso, suele estar desarrollado solo por empresas con capacidades técnicas suficientes y recursos para mantener el sistema actualizado.
  • Solución externa. Consiste en contratar un proveedor especializado que ofrezca una plataforma completa. Es la opción más común y recomendable para pequeñas y medianas empresas.
  • Solución compartida. Para pequeñas empresas, la ley permite compartir el canal con otras entidades para optimizar costes y recursos.

La normativa establece requisitos técnicos y de seguridad específicos que debe cumplir. 

  • Accesibilidad y disponibilidad.
  • Acceso 24 horas al día, 365 días al año.
  • Interfaz fácil de usar e intuitiva.
  • Posibilidad de acceso desde diferentes dispositivos.
  • Accesible para personas con discapacidad.
  • Garantía de anonimato si el denunciante así lo desea
  • Protección de la identidad del informante y separación entre datos identificativos y contenido de la denuncia. 
  • Comunicación bidireccional, con un acuse de recibo y la posibilidad de solicitar información adicional al denunciante. Además, debe existir un sistema de seguimiento del estado de la denuncia y comunicar la resolución final.
  • Registro de todas las comunicaciones recibidas, con una asignación de código único a cada denuncia.
  • Cumplimiento del RGPD en el tratamiento de datos personales.

En el terreno de recursos humanos, se exige que se ofrezca una formación específica a su responsable y se sensibilice a personal sobre cómo hacer un uso adecuado del canal

Fases en el procedimiento de una denuncia en el canal ético

La gestión de cualquier denuncia sigue procedimiento claro y eficiente. Encontramos en él diversas fases. 

  • Recepción y análisis inicial. Implica la recepción de la comunicación a través del canal, la asignación de código único y archivo en registro y el primer análisis para determinar si procede su admisión. Además, en un máximo de siete días, el denunciante debe recibir el acuse de recibo. 
  • Admisión a trámite. Se produce una evaluación más profunda de si los hechos denunciados entran en el ámbito de aplicación. En esta fase es posible solicitar información adicional y, finalmente, se comunica la admisión o inadmisión al denunciante
  • Investigación. Puede prolongarse hasta tres meses. En un primer momento, se comunican al denunciado los hechos investigados. Se desarrollan las diligencias de investigación y, si es necesario, se producen las entrevistas con denunciante, denunciado y testigos. Finalmente se elabora el informe de la investigación.
  • Resolución. En un plazo de alrededor de 20 días, desde al finalización de la investigación, se lleva a cabo un informe de investigación y se adoptan las decisiones y medidas correctivas apropiadas. Finalmente, se comunica la resolución a las partes interesadas

La Ley 2/2023 establece un régimen sancionador riguroso que debes conocer para evitar incurrir en infracciones costosas. Ten en cuenta que, si se dan los criterios que lo hacen obligatorio y no dispones de un canal ético, será considerado como una infracción muy grave, al igual que adoptar represalias contra informantes, obstaculizar el funcionamiento del canal o incumplir el deber de confidencialidad, entre otros. 

Beneficios de poner en marcha un canal ético

Aunque la obligación legal suela ser el primer motivo para poner en marcha un canal ético, los beneficios van mucho más allá del mero cumplimiento normativo.

Detección temprana de problemas

Un canal ético bien gestionado actúa como un sistema de alerta temprana, permitiéndote identificar y resolver problemas antes de que escalen y generen daños importantes a tu empresa.

Mejora del clima laboral

Los empleados que saben que pueden comunicar problemas de forma segura se sienten más protegidos y escuchados, lo que contribuye a crear un ambiente de trabajo más saludable y productivo.

Protección reputacional

Resolver internamente los problemas evita que trasciendan al exterior, protegiendo la reputación de tu empresa y evitando crisis de imagen que pueden ser devastadoras para pequeños negocios.

Reducción de riesgos legales

La detección temprana de infracciones te permite adoptar medidas correctivas antes de que se produzcan intervenciones de las autoridades.

Fortalecimiento de la cultura ética

Un canal ético envía un mensaje claro sobre los valores de tu empresa y el compromiso con la transparencia y la integridad.

La transparencia y la ética son valores fundamentales que cualquier empresa, por pequeña que sea, puede y debe integrar en su cultura organizacional. Y el canal ético es tu herramienta para hacerlo realidad.

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Referencias legales:

Ley 2/2023, de 20 de febrero, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción

Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión.

Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Art. 31Bis

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