Qué es el EBITDA y por qué es importante entenderlo
23 Mayo 2025

De primeras, EBITDA suena a algún tipo de producto químico. Pero lo cierto es que es una de las métricas más utilizadas para saber si un negocio va bien, regular o está próximo al cierre.
Y aunque pueda parecer algo que solo manejan directores financieros o gurús de Wall Street, la realidad es que cualquier empresario, autónomo o emprendedor debería saber qué significa y para qué sirve el EBITDA.
¿Qué significa EBITDA?
La palabra viene del inglés: “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization”, o lo que es lo mismo: Beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.
Sí, es una frase un poco larga. Pero dicho de forma sencilla, el EBITDA es una manera de medir cuánto gana tu empresa, sin tener en cuenta factores contables o financieros que pueden nublar la visión real del negocio.
¿Y para qué sirve?
Pues lo que a veces pasa en las empresas es que los números del beneficio final no reflejan la realidad. Por eso, el EBITDA ayuda a ver el rendimiento operativo puro, sin que se mezcle con cosas como préstamos, inversiones, maquinaria vieja o impuestos.
Es como si quisieras saber si tu restaurante realmente funciona: No te importa si has comprado una freidora nueva o ese crédito con el banco. Lo que de verdad quieres saber es si, con lo que cocinas y vendes cada día, ganas dinero o no. Eso es el EBITDA.
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¿Cómo se calcula?
La fórmula base sería:
EBITDA = Ingresos – Gastos operativos (sin contar amortizaciones ni intereses ni impuestos)
Pero como esta fórmula matemática sigue siendo un poco abstracta, vamos a poner un ejemplo realista para que nos entendamos todos:
Imagínate que tienes una pequeña empresa de catering:
- Los ingresos anuales son de 100.000 euros.
- Tienes costes de materia prima, sueldos y alquiler en 60.000 euros.
- Estás amortizando de una furgoneta en 5.000 euros.
- Los intereses del préstamo del horno industrial son de 2.000 euros.
- Y pagas impuestos por 6.000 euros.
Si miras el beneficio neto final sería:
100.000 – 60.000 – 5.000 – 2.000 – 6.000 = 27.000 €
Pero si quieres saber qué tal va el negocio en sí, sin tener en cuenta el préstamo, ni los impuestos ni la amortización:
EBITDA = 100.000 – 60.000 = 40.000 €
Esos 40.000 € te muestran que tu actividad te está generando un buen dinero. Luego, evidentemente, tendrás que pagar impuestos y deudas, pero el motor funciona.
¿Qué diferencia hay entre beneficio neto y EBITDA?
El beneficio neto es lo que realmente queda limpio, después de pagar todo: sueldos, proveedores, impuestos, préstamos, inversiones, etc.
Mientras que el EBITDA, en cambio, es más como mirar el motor sin la carrocería. Te dice si tu negocio tiene fuerza, si produce dinero de forma operativa, sin tener en cuenta los factores externos.
¿Por qué se usa tanto el EBITDA?
Porque, al final, es una forma rápida y objetiva de medir la rentabilidad operativa de una empresa. Permite comparar empresas de diferentes sectores o países, donde los impuestos o normas contables cambian. Y es una métrica muy valorada por inversores, bancos y analistas para saber si una empresa es “viable”.
En resumidas cuentas, el EBITDA quita el ruido y deja ver si el negocio tiene sentido por sí mismo.
El EBITDA tiene una pega: no tiene en cuenta la deuda real de la empresa, ni lo que tiene que pagar en impuestos, ni si tiene activos que ya no sirven. Por eso, no se puede usar como única referencia para saber si un negocio va bien o no.
Simplemente, sirve para ver cómo funciona la operativa, pero no te dice si vas a poder pagar todo a final de mes. Esto es muy importante tenerlo claro.
¿Dónde podemos buscar el EBITDA de una empresa?
- En los informes contables y balances.
- En los planes de negocio de nuevas empresas.
- En la mayoría de las páginas de análisis financiero (especialmente si cotizan en bolsa).
- En negociaciones con inversores o bancos, porque quieren saber tu EBITDA antes de prestarte un euro.
Así que tenlo en cuenta, si estás emprendiendo y buscas inversión o financiación. Te lo van a pedir. Así que más vale saber explicarlo.
¿Se puede mejorar el EBITDA de una empresa?
¡Claro! Tampoco se puede hacer magia, pero hay cosas que sí puedes hacer:
- Reducir gastos innecesarios: ¿realmente necesitas esa suscripción mensual que no usas?
- Aumentar ingresos: mejorar precios, promociones o buscar nuevos clientes.
- Optimizar procesos: si haces lo mismo con menos recursos, mejoras tu margen.
- Subcontratar tareas que te cuestan más de lo que aportan.
Cualquier mejora que aumente tus ingresos o reduzca tus costes operativos hará subir tu EBITDA.
¿Y si soy autónomo, también me afecta?
Totalmente. Aunque no tengas una gran contabilidad como una empresa, puedes usar el concepto de EBITDA para saber si tu actividad profesional te está generando dinero más allá de lo que pagas en cuotas, impuestos o amortizaciones.
De hecho, entender tu rentabilidad operativa como autónomo es clave para tomar decisiones como subir tarifas, ampliar servicios o recortar gastos.
En definitiva…
El EBITDA es una herramienta útil y sencilla para saber si tu negocio gana dinero de verdad con lo que hace. Y lo mejor es que no necesitas ser economista para entenderlo.
Piensa en él como una linterna: ilumina la parte operativa de tu empresa y te ayuda a ver si el camino es sólido o solo lo parece. Y, como emprendedor, tener esa visión clara desde el principio te ayudará a tomar mejores decisiones, conseguir financiación y crecer con cabeza.
Si quieres conocer más sobre el EBITDA y cómo te afecta, consulta nuestros planes de negocios de Legálitas.