Cinco consejos legales para gestionar nuestro taller mecánico

23 Abril 2014

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Según el Instituto Nacional de Consumo, los talleres mecánicos son el quinto sector del que más quejas suelen recibirse cada año, precedido por las reclamaciones contra el de las compañías telefónicas, transportes, financiero y el de vivienda.

La reparación del automóvil está sujeta a una serie de garantías que el consumidor no siempre conoce por lo que para evitar problemas lo primero que hay que hacer en nuestro Taller es poner la placa situada en el exterior en la que aparece su número de registro legal y un símbolo que indica su especialidad: carrocería, un martillo; pintura, una pistola de pintar; electricidad, una flecha quebrada; mecánica, una llave inglesa...

Desde 2010, la Unión Europea permite pasar la revisión del vehículo, incluso durante los dos años de garantía que, establece el Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de

noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, tanto en los talleres oficiales de la marca, como independientes. Eso sí, para que la marca respete la garantía en caso de avería, el taller debe ofrecer unos estándares de calidad similares a los que exige a los servicios oficiales y, cada vez que pase la revisión del vehículo, firmar la garantía, especificando los servicios realizados.

Sería aconsejable que el taller estuviera adherido a la Junta Arbitral de Consumo, puesto que en caso de problemática podrá acudir al sistema de arbitraje evitando así la tediosa vía judicial.

Es importante también que los precios deben estar a la vista del consumidor, lo que se cobra por la mano de obra, el horario del taller y un cartel con los derechos del cliente, por ejemplo, la posibilidad de interponer una hoja de reclamación, así como una tabla con el precio de otros servicios, por ejemplo, qué cobrarán cada día de más que deje el coche en el taller, una vez reparado.

Al dejar el vehículo, el cliente deberá firmar -por duplicado- un documento que se llama 'resguardo de depósito'. Va firmado por el taller y el cliente y en él queda constancia de que deja el coche para elaborar un presupuesto, especificando la avería. Haga que figuren en él los kilómetros con los que le dejan el vehículo.

Antes de efectuar una reparación, haga constar en el presupuesto por escrito, de forma detallada, el coste de las piezas, la mano de obra, etc. Así, en caso de detectar otras averías o piezas rotas, el taller no podrá cambiarlas sin consentimiento del cliente -desde que las detecta tiene, por Ley, un plazo de 48 horas para comunicárselo-. Si el cliente rechaza el presupuesto, por Ley, deberá pagar el tiempo que hayan invertido los mecánicos en detectar la avería.

La normativa establece que el plazo para suministrar un recambio de un vehículo fabricado en España es de 15 días y un total de 30 para los modelos de importación.

Hemos de incidir en un aspecto fundamental como son las garantías de las reparaciones efectuadas o instalaciones efectuadas, que son de tres meses o 2.000 km recorridos -en el caso de vehículos industriales 15 días o 2.000 km-.

En las facturas deberá constar explícitamente, con letra de tamaño no inferior a 1,5 milímetros, la duración de la garantía, además de la siguiente leyenda: La garantía se entiende total, incluyendo mano de obra, piezas sustituidas, servicio de grúa, desplazamiento de operarios e impuestos y su cumplimiento se realizará sin que quepa postergación.

Eso sí, las piezas que no son de desgaste  tienen dos años de garantía, vigente desde la fecha de entrega del vehículo una vez reparado.

Y por ultimo la  obligación de los talleres a entregar una factura escrita, firmada y sellada, con el desglose de la reparación -mano de obra, piezas, horas de trabajo...-. Además, al dorso de la factura debe figurar la garantía de la reparación.

Si por un defecto de fabricación, arreglan un coche en garantía, el cliente puede exigir la factura al taller, aunque sea a coste cero, pues le permitirá reclamar al fabricante en caso de que el problema persista.

El cliente podrá formular reclamación si considera que el precio es abusivo o le han hecho mal una reparación, dejando constancia de ello, explicando su caso en la hoja de reclamación del taller.

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