¿Cómo ejercer el derecho de desistimiento en una compra cuando no se localiza a la empresa? Legálitas Casos Reales

14 Octubre 2020

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En el departamento de Consumo de Legálitas gestionan a diario cientos de casos sobre compras que no han ido como se esperaba, ya sea de manera online, por teléfono o de manera física, como es el caso de los comerciales a puerta fría.

Esta última modalidad de compra, la de la personación de comerciales en los domicilios de los clientes, supone en ocasiones muchos quebraderos de cabeza para personas que, por diferentes circunstancias, no se encuentran en plenas facultades de realizar una compra, ya sea por una enfermedad o por estar pasando por un momento de mayor vulnerabilidad emocional, entre otros motivos. Existen personas que se aprovechan de estas circunstancias para realizar ventas e incluso contratos de financiación a personas que realmente no deseaban hacerlo, y es por ello por lo que contar con el asesoramiento de un abogado es en muchas ocasiones clave para poder subsanar los perjuicios y evitar, entre otros, seguir recibiendo cobros indeseados.

En el caso real de éxito que presentamos en esta ocasión, nuestra clienta, Isabel*, abrió la puerta de su casa a unos comerciales que le ofrecieron la compra de unos libros. Ante la insistencia de los comerciales, Isabel sintió que la obligaban a realizar la compra, pero, una vez realizada y cuando los vendedores se habían marchado, se arrepintió y cayó en la cuenta de que no quería haber efectuado la compra, y además, le habían financiado la compra a través de un banco.

Fue entonces cuando llamó a Legálitas para recibir asesoramiento, y fue la letrada Carmen Inchausti quien gestionó su expediente con éxito. En primer lugar, se debía localizar a la empresa vendedora, pero Isabel no recordaba su nombre y los comerciales no habían dejado ningún recibo ni copia del contrato, por lo que no sabían a quién dirigirse para que la clienta pudiera ejercitar su derecho de desistimiento.

Localizar a la empresa, que había realizado un contrato de financiación sin dejarle ninguna copia a Isabel, fue un verdadero reto para la abogada

Así, después de tratar de indagar sobre el nombre de la empresa, Isabel mencionó un nombre que creía recordar, tras lo cual la abogada indagó en todo lo posible acerca de esa compañía, pero llegó a la conclusión de que finalmente esa no era la empresa con la que había contratado Isabel.

En ese momento, la letrada, que siguió en su empeño en localizar la empresa, aconsejó a Isabel revisar su cuenta corriente, por si hubieran domiciliado un recibo, a fin de averiguar quién era dicha empresa.

Finalmente, y tras muchas averiguaciones, se logró localizar a la empresa y al banco con el que se había firmado la solicitud de financiación. La abogada Carmen Inchausti procedió entonces a redactar los escritos pertinentes al banco para cancelar el contrato y no financiar ninguna compra más.

Para la tranquilidad de Isabel, en todas las empresas, además, se ejercitó el derecho de oposición para que deje de recibir llamadas y cualquier tipo de propuesta comercial.

*El nombre de la clienta ha sido cambiado para proteger su identidad.

#LegálitasCasosReales

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