Qué son las rondas de financiación para startups y cómo funcionan
25 Junio 2025

¿Tienes una idea con potencial, pero careces de recursos para despegar? Para ello existen las rondas de financiación, una fórmula para que las startups puedan cobrar vida, prosperar y convertirse en negocios rentables.
¿En qué consisten exactamente las rondas de inversión y cómo funcionan? Te damos la respuesta en este artículo. Además, te explicamos cómo puedes preparar una para tu proyecto.
¿Qué es una ronda de financiación?
Una ronda de inversión es un proceso mediante el cual una startup capta financiación externa para hacer crecer su negocio. En lugar de recurrir a un préstamo bancario, se abre la puerta a inversores que aportan dinero a cambio de una participación en el capital de la empresa.
Esto significa que no tienes que devolver el dinero como harías con un crédito, pero sí cederás una parte de tu empresa. En contrapartida, ganas recursos para contratar equipo, desarrollar productos, entrar en nuevos mercados, etc.
Imagina que has creado una app para gestionar el alquiler de trasteros entre particulares. Funciona, tiene usuarios, pero necesitas 100.000 euros para mejorar la tecnología y hacer marketing.
Lanzas una ronda de inversión y un grupo de inversores te los presta, pero no a fondo perdido, sino que se quedan con, por ejemplo, el 20 % de tu empresa. Esto es una ronda de inversión, también llamadas rondas de financiación.
La clave aquí es entender que no solo te interesa conseguir dinero, también buscar aliados estratégicos, es decir, inversores que confíen en tu visión, te acompañen en el camino y te ayuden a abrir puertas.
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Tipos de rondas de financiación y en qué momento se utilizan
A medida que una startup evoluciona, también lo hace su necesidad de financiación. Por eso, las rondas de inversión se dividen en fases, según el momento en el que se encuentra el proyecto y el tipo de inversor al que se dirige.
Pre-seed o ronda presemilla
Es la ronda más temprana, cuando la idea está aún en fase muy inicial. Puede que tengas solo un prototipo, una validación básica o incluso ni eso. Tu objetivo debe ser validar la idea y desarrollar el producto mínimo viable (MVP).
Suele financiarse con aportaciones propias, familia y amigos, lo que se llama FFF (friends, family & fools o algún business angel que confíe en ti casi a ciegas.
Seed o ronda semilla
Tu proyecto ya empieza a rodar. Tienes un MVP, algunos usuarios o primeras métricas. Pero aún no generas ingresos suficientes o tu modelo no está claro del todo. Tu objetivo es mejorar el producto, crecer en usuarios y encontrar encaje producto-mercado.
En esta etapa aparecen los primeros inversores profesionales como business angels especializados, aceleradoras o incubadoras y fondos de capital semilla.
Serie A
Ya has demostrado que tu producto funciona, hay mercado y empieza a haber ingresos. La Serie A es una ronda más ambiciosa, donde los inversores ya buscan un crecimiento serio. Tu meta consiste en escalar el negocio, montar un equipo potente y expandirte a otras ciudades o países.
Aquí suelen entrar fondos de venture capital (capital riesgo) e incluso inversores institucionales.
Serie B
Llega cuando la startup ya ha demostrado que su modelo de negocio funciona, genera ingresos y tiene un mercado claro. Ya no hablamos de “potencial”, sino de realidad.
En este punto, el dinero se destina principalmente a aumentar el equipo (ventas, producto, atención al cliente…), mejorar la tecnología, abrir nuevas líneas de negocio, aumentar la presencia geográfica y multiplicar usuarios para aumentar facturación.
Es la etapa en la que intervienen fondos de venture capital más grandes que en la fase anterior o nuevos inversores que exigen métricas más sólidas y escalabilidad. Además, a veces repiten inversores anteriores si ven potencial.
Serie C
Se plantea cuando la startup ya está consolidada y busca convertirse en líder de su sector, adquirir empresas más pequeñas o preparar su salida a bolsa.
Aquí se manejan cifras de negocio importantes, a menudo superiores a los 20-30 millones de euros (y en muchos casos mucho más) y se busca una expansión agresiva. Los inversores son fondos de capital riesgo muy grandes, fondos soberanos, firmas de private equity y, en algunos casos, bancos de inversión.
¿Cómo funciona una ronda de financiación?
Conseguir inversión para tu startup es un proceso en el que te juegas mucho. Por eso conviene tener claro cada paso antes de lanzarte:
- Define cuánto dinero necesitas (y para qué).
- Calcula la valoración de tu startup.
- Prepara tu pitch y documentación.
- Sal a buscar inversores.
- Negociación y preparación de la due diligence.
- Firma del pacto de socios y recepción del desembolso.
1. Define cuánto dinero necesitas (y para qué)
Antes de ir a buscar inversores, necesitas tener claro cuánto vas a pedir y cómo lo vas a utilizar. No pidas lo máximo ni des una cifra aleatoria, sino lo justo para alcanzar ciertos hitos que aumenten el valor de tu empresa (usuarios, facturación, equipo, expansión…).
Y, por supuesto, justifica la cifra con un plan de crecimiento claro acompañado de cifras y fechas.
Por ejemplo, necesito 100.000 € para contratar a dos programadores, lanzar la app en Android y captar los primeros 1.000 usuarios de pago en 12 meses.
2. Calcula la valoración de tu startup
Esto determina cuánto vale tu empresa antes de recibir la inversión (valoración pre-money) y cuánto valdrá después (valoración post-money). En función de eso, sabrás qué porcentaje vas a ceder a los inversores.
Por ejemplo, si valoras tu startup en 800.000 € y pides 200.000 €, la post-money sería 1 millón. Eso significa que el inversor se quedaría con el 20%.
Te aconsejamos que no te obsesiones con la valoración más alta. Es mejor un buen inversor con el 15 % que uno mediocre con el 10 %.
3. Prepara tu pitch y documentación
Esto es lo que verá un inversor antes de decidir si te escucha más o te dice” gracias, pero no”. Necesitas tres cosas sí o sí:
- Pitch Deck: una presentación corta (10-15 diapositivas) que explique quién eres, qué problema resuelves, tu producto, mercado, modelo de negocio, equipo y necesidades de inversión.
- Business Plan: plan de negocio más detallado con previsiones, costes y estrategia, entre otros datos.
- Data Room: carpeta con datos clave como métricas reales, cap table (quién tiene qué), contratos relevantes, situación legal y fiscal…
4. Sal a buscar inversores
Toca mover fichas. Escribe a fondos, contacta con business angels, solicita presentaciones, asiste a eventos y aprovecha incubadoras o aceleradoras.
Prepárate para muchos “no”, pero también para aprender de cada conversación. Y ten paciencia porque es probable que tengas muchas reuniones antes de cerrar algo.
5. Negociación y preparación de la due diligence
Cuando alguien muestra interés real, hay reuniones, preguntas, peticiones de datos y empieza la negociación propiamente dicha.
El inversor te hará saber cuánto invierte, qué porcentaje quiere y qué condiciones impone. Términos como derechos de voto o veto, cláusula de arrastre, cláusula de acompañamiento o dilución (en futuras rondas) saldrán a relucir durante estas conversaciones.
Posteriormente, llega la due diligence en la que el inversor revisará tus cuentas, contratos, situación legal y fiscal. Básicamente, comprobará que todo lo que has dicho se sostiene.
6. Firma del pacto de socios y recepción del desembolso
Una vez superada la revisión, se firma el pacto de socios. Este documento es el que regula la relación entre fundadores e inversores. Te recomendamos que no firmes nada sin revisar cada cláusula. Recuerda que es un contrato que puede marcar el futuro de tu empresa durante años.
Después de la firma, se transfiere el dinero y, oficialmente, ¡empieza la nueva etapa!
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