El verano aumenta el riesgo de que nuestros hijos “caigan en las redes” de Internet

29 Junio 2015

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  • Con la llegada de las vacaciones escolares los niños aumentan el tiempo que pasan frente al ordenador o el móvil, suponiendo un aumento considerable de su exposición a los riesgos inherentes a internet y a las nuevas tecnologías.

Llegan las vacaciones escolares y los niños aumentan el tiempo que pasan frente al ordenador o el móvil. Los menores tienen más tiempo de ocio, y en él quieren seguir manteniendo el contacto con sus compañeros y amigos, empleando para ello internet y las nuevas tecnologías. Herramientas como las redes sociales o servicios de mensajería en línea son cada vez más frecuentes en su vida diaria, incrementándose masivamente su uso en fechas estivales. Es momento también para los más pequeños de disfrutar de juegos, vídeos, plataformas digitales y otros contenidos que no han podido disfrutar todo lo que quisieran a lo largo del año.  

Esta circunstancia, unida en muchas ocasiones al desconocimiento de los riesgos que el uso de estas nuevas herramientas implica y a la falta de tiempo de supervisión por adultos del uso que los menores hacen de estos dispositivos y plataformas, supone un aumento considerable de su exposición a los riesgos inherentes a internet y a las nuevas tecnologías.  

Es importante, por este motivo, que nuestros hijos y nosotros mismos seamos conscientes y nos concienciemos que la mejor protección ante estos nuevos riesgos es hacer un uso responsable de internet y de las nuevas tecnologías, protegiendo nuestra navegación y respetando nuestros propios derechos y los derechos de los demás.

Desde nuestra Fundación Legálitas hemos realizado una serie de campañas para difundir consejos sencillos que les van a proteger, y que como padres les podemos hacer llegar, tales como:   

  • En redes sociales, menores y adultos no debemos aceptar como amigos a personas que no conozcamos. Especialmente, los menores deben configurar la privacidad de su navegador y de los sitios web y aplicaciones que visitan o utilizan de manera que no compartan contenidos o información con terceros no deseados. Igualmente, no publiquemos información o datos que no queramos que sean conocidos por terceros. No olvidemos que cualquier sistema informático es susceptible de ser vulnerado de manera maliciosa.
  • Debemos respetar en estos entornos los derechos de los demás. El ecosistema digital no es distinto en este sentido del mundo tradicional. El que comete un ilícito en internet es responsable de sus consecuencias y los padres lo son respecto de las acciones de sus hijos menores. Respetar a los demás, implica respetarles también en internet.
  • Además no sólo es importante no cometer ningún ilícito sino que también lo es el hecho de no ser cómplice de los ilícitos que cometan terceros. Nunca debemos reenviar contenidos o dar cobertura a actuaciones que puedan dañar a otra persona o afectar a cualquiera de sus derechos, tales como el honor, la intimidad, la propia imagen o la protección de datos
  • No confiar en desconocidos o alertar cuando alguien se aproxime a nosotros de manera sospechosa ha de ser también una de nuestras máximas en Internet. Por este motivo, si nuestros menores tienen cualquier problema con alguien en internet o en las redes sociales, hemos de educarles en que la solución pasa por hablas con padres, profesores, amigos o incluso con la Policía.
  • No debemos confiar tampoco en mensajes de correo, mensajes en redes sociales o mensajes en línea de desconocidos o que hagan sentir al menor incomodo o avergonzado. La mejor respuesta es no contestar y compartir esa información, de nuevo, con padres, profesores, amigos o Policía.
  • No olvidemos que lo que se escribe en internet, resulta muy complicado borrarlo de internet. No debemos por ello publicar nada que no nos gustaría que llegase a cualquier tercero que lo pudiese utilizar de manera malintencionada.
  • La diferencia entre lo que está bien y lo que está mal en internet es prácticamente la misma que en la vida real. Si no hacemos algo en la vida offline, no lo hagamos tampoco en internet. Nuestros hijos han de ser muy conscientes de ello.
  • Y por último, pero también muy importante, debemos saber defendernos ante un problema, si lamentablemente se produce.

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