Las falsificaciones de monedas cada vez son más perfectas

En estas fechas navideñas, en las que el dinero parece moverse más, y en las que en muchas ocasiones por las prisas ni siquiera nos paramos a revisar bien el cambio, es cuando más cuidado si cabe hay que tener para evitar que caigan en nuestras manos monedas y billetes falsificados sin darnos cuenta. La moneda de dos euros sigue siendo con mucha diferencia la más afectada por esta actividad delictiva, y representa casi dos de cada tres monedas de euro falsificadas detectadas.

Desde Legálitas os recordamos que según los últimos datos de la Comisión Europea respecto a este tema, el número de monedas de euro falsificadas retiradas de la circulación aumentó un 17 %, en 2012, teniendo en cuenta que a principios de 2013 había en circulación 16.500 millones de monedas de euro auténticas, la relación es de una por cada 100.000 monedas auténticas.

Cuando una máquina de vending no reconoce una moneda falsa es porque se ha llegado a un trabajo, o más bien un delito, casi perfecto ya que las monedas en euros incorporan elementos de alta seguridad reconocibles por las máquinas. Así ha sucedido con más de 300.000 monedas, por valor de 556.000 euros, fabricadas en una casa de moneda china clandestina en China. Monedas de 1€ y de 2€ falsas, acuñadas y procedentes de China, que se han convertido en la falsificación más perfecta por su alta calidad, tan perfectas que no se pueden distinguir de una moneda auténtica a simple vista.

¿Y qué pasa si hemos recibido, sin saberlo, monedas o billetes falsos? Si en algún momento nos damos cuenta de que el dinero es falso y aun así lo utilizamos, también nos exponemos a ser condenados, aunque será muy distinto si la cantidad supera o no los 400 €. Hasta ese límite la acción se castiga como falta con privación de libertad de dos a ocho días en el domicilio que fije el condenado o con una multa. Si se supera esta cifra estaremos ante un delito y la pena será de prisión de tres a seis meses o una multa de mayor cuantía que en el caso de las faltas, además al cometer un delito quedarán antecedentes penales y policiales una temporada.

Cuestión distinta es que hayamos tenido algún tipo de participación a sabiendas en la falsificación o distribución, ya que el autor de la falsificación se enfrenta a penas de prisión de ocho a doce años y multa de hasta diez veces el valor aparente de la moneda. Y no solo se castiga al que fabrique o altere la moneda; también al que la introduzca en el país, la exporte o distribuya, si ha habido un pacto con el falsificador.