“Tras la mordedura de un perro, conseguimos para Pedro la indemnización que merecía” Legálitas Casos Reales

25 Octubre 2019

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Nuestros especialistas consiguen a diario resoluciones favorables para nuestros clientes, de algunas de las cuales nos sentimos especialmente orgullosos.  En esta ocasión, hablamos con Lorena Rufo y Marina de Castro, quienes han llevado con éxito el caso real que te traemos esta semana: lograron conseguir una indemnización importante para nuestro cliente, Pedro*, después de que le mordiera un perro en la pierna y todos los perjuicios que ello conlleva.

P.: ¿Cómo empezó la historia de Pedro?

R.: Pedro, nuestro cliente, iba un día con su bici por un parque en Madrid. Paró a beber agua y entonces, en ese momento, un perro que iba suelto le mordió en la pierna.

Él se quedó en shock en ese momento, como es lógico, pensando: “¡Me ha mordido un perro!”, por lo que increpó un poco a la dueña, que también iba con su padre. Tienen una pequeña discusión, pero al final el padre entra en razón y les da sus datos y los del seguro. Él, con eso, llama a Legálitas.

P.: ¿Qué pasó tras llamar a Legálitas?

R.: Pedro llamó inmediatamente a Legálitas y contó lo que le había pasado. Tras unas gestiones, nos remitieron el caso a nosotros para hacer la reclamación. Ya él nos contó de nuevo todo el caso y nos dio todos los datos.

P.: ¿Qué fue lo primero que hicisteis?

R.: Lo primero que hicimos fue contactar con la aseguradora y con la correduría de seguros, y ya empezó la negociación con la tramitadora de la aseguradora.

Estuvimos algo de tiempo para que nos dieran una respuesta, porque desde la correduría tienen que llamar al asegurado, y el asegurado tiene que decir que sí, que el perro le mordió. 

Ahí está el punto clave, si la gente llama y dice que efectivamente el perro mordió o no, porque puede decir: “pues no, el perro no mordió a nadie” y empiezan los problemas de prueba.

En este caso, por suerte, no ha habido discusión en ese sentido. Como la lesión consistía en una laceración en la pierna de la que quedó una cicatriz, lo que pedimos fue un punto de secuela estética y los días de estabilización.

P.: ¿Hubo algún problema en todo el proceso?

R.: El principal impedimento fue que la parte contraria nos decía que no conseguían hablar con el asegurado, es decir, con los dueños del perro.

Por un lado, estaba la aseguradora, pero, por otro lado, estaba la correduría, a la que utilizan para hacer de intermediario. Estuvimos entre tres semanas y un mes luchando por que nos dieran una respuesta, ya que no se ponían de acuerdo y ambas decían que estaban esperando respuesta de la otra parte.

Al no avanzar, con el visto bueno de nuestro cliente, tomamos la decisión de llamar a los dueños directamente y contarles lo que estaba sucediendo. A partir de ahí, todo fue más rápido.

P.: ¿En qué consistió la negociación?

R.: Nosotros pedimos inicialmente unos 45 días aproximadamente, que es cuando la cicatriz es prácticamente definitiva. Lo que pasa es que ellos, por su parte, nos alegaron que por protocolo este tipo de heridas tienen una estabilización de 10 días.

Estuvimos negociando en base a este rango, llegando finalmente al acuerdo de 23 días. En ningún caso estábamos dispuestas a bajar de esa cifra, correspondiente a la mitad de los días que teníamos acreditados.  

P.: ¿Qué le pareció a Pedro la indemnización?

R.: Informamos al cliente y le pareció bien en todo momento. Él fue consciente de que conseguir más era complicado, tras haberle explicado el protocolo y cómo negociamos con la aseguradora, así que estuvo más que conforme con cómo gestionamos su caso. Cerramos el trato y al poco tiempo él ya pudo ver el dinero ingresado en su cuenta.

"Conseguimos casi 1.500 euros de indemnización para Pedro".

 

P.: ¿A cuanto ascendió, por tanto, la indemnización de Pedro?

R.: Como nos dieron 23 días, a 31,05 euros por día, más el punto de secuela, que fueron entre unos 700 y 800 euros… En total, conseguimos casi 1.500 euros para Pedro. Quedó muy contento e incluso nos felicitó por nuestra gestión. En sus palabras, conseguimos la indemnización que él merecía.

P.: ¿El proceso de indemnización fue rápido?

R.: Así es, fue todo lo rápido que pudo ser: tras mandar la documentación, lo reciben, lo gestionan y hacen la transferencia. En entre cinco y siete días ya recibió Pedro el dinero. Y en total, desde que pasó todo hasta la resolución favorable, han pasado apenas dos meses o tres, así que hemos quedado todos muy contentos.

"En Legálitas, llevamos frecuentemente casos de este tipo, tanto si a nuestros clientes les muerde un perro como si son los dueños del mismo".

P.: ¡Qué buena noticia! ¿Qué le recomendaríais a los que nos estén leyendo y hayan sufrido un problema parecido?

R.: Que no lo duden y confíen en nosotros. Partiendo de la base de que, como especialistas, intentamos negociar lo mejor para ellos, es necesario que los clientes, además, tengan unas expectativas razonables y acordes con el baremo oficial y las reclamaciones. 

En vía extrajudicial o amistosa, si la aseguradora te va a pagar de buena gana una cantidad, a ellos también les tiene que beneficiar, ya que, si te van a pagar lo mismo que lo que les diría un juez, no les compensa. 

Por otro lado, a nuestros clientes les hacemos ver que, evitando ir a juicio, se ahorran un pleito, un riesgo…Y reciben su indemnización de manera mucho más rápida.

Por supuesto, cada caso es diferente y necesita asesoramiento personalizado. Por eso, les recomendamos que llamen y se informen. Llevamos frecuentemente casos de este tipo, tanto si nuestros clientes son la víctima del ataque como si son los dueños del perro y, de hecho, actualmente estamos trabajando en dos casos más de mordeduras de perros.

P.: Por último ¿Qué recomendáis a los que estén en la situación contraria, en la que su perro ha mordido a alguien?

R.: Por supuesto, que se asesoren con Legálitas, pero que ante todo no tengan miedo a llamar al seguro y a aportar los datos de su seguro a la persona mordida, porque para eso lo tienen. Si tu perro hace algo, el seguro se hace cargo y ya está, no pasa nada.

"Si tu perro muerde a alguien, lo mejor es dar parte al seguro, no hay nada de lo que preocuparse".

Al final somos ciudadanos conviviendo, y si queremos tener una actitud cívica, lo mejor es decir la verdad, dar parte al seguro, que para eso lo pagamos. Es el seguro el que paga a la persona perjudicada, ellos en ningún caso van a tener que pagar nada.

A veces, las personas ven el dar parte al seguro como una preocupación muy grande, y nosotros con experiencia en esto, les aseguramos que no hay nada de lo que preocuparse. Esto es lo que les decimos desde Legálitas a los dueños de perros, que hoy en día somos muchos de nosotros: que se tenga seguro, sobre todo en el caso de perros grandes, y que sin ningún miedo se dé parte cuando haya algún tipo de incidencia. Son animales y es normal que pasen cosas, no significa que el perro sea malo, ni que, en el caso de mordeduras como este ejemplo del que hemos hablado, el perro vaya a sufrir ningún tipo de consecuencia negativa.

*El nombre de nuestro cliente ha sido cambiado para proteger su identidad.

 

#LegálitasCasosReales

 
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