Gracias a Legálitas, una pareja pudo recuperar 790 euros del fotógrafo por el aplazamiento de su boda
20 Septiembre 2021
A estas alturas, es prácticamente imposible encontrar a una sola persona a la que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus no le haya truncado los planes o cambiado la vida de una manera u otra. Asuntos laborales, viajes, celebraciones…Son infinitos los planes que tuvieron que verse pospuestos o cancelados ante esta nueva realidad.
Un colectivo afectado de lleno por esta circunstancia es el de las parejas que tuvieran planes de formalizar su compromiso y celebrar sus bodas.
Por fortuna, tanto los profesionales de estos eventos como los clientes han sido extremadamente flexibles y adaptables en su mayoría, proponiendo nuevas fechas, distintas distribuciones o planteando diferentes servicios alternativos para poder sobrellevar la situación de la mejor manera posible, si bien existen algunas pocas excepciones.
En el caso real de éxito que traemos en esta ocasión, la clienta de Legálitas, Eugenia*, había contratado, junto con su pareja, a un fotógrafo en febrero de 2019 para la prestación del servicio de fotografía y vídeo para la boda que iban a celebrar el día 19 de septiembre del año 2020.
Debido a la situación de pandemia derivada de la COVID-19, se vieron, como tantas parejas, obligados a posponer la fecha de boda.
Así, se lo comentaron al fotógrafo, quien no les puso muchas facilidades. En un primer lugar, les informó que si celebraban la fiesta en temporada alta, es decir, de junio a septiembre, él no tenía disponibilidad.
Ante esa circunstancia, la pareja intentó buscar una solución que pudiera beneficiarlos tanto a ellos como al fotógrafo. Como Eugenia estaba embarazada, le ofrecieron al profesional que el importe abonado para la reserva, que eran 790 euros, los pudieran utilizar para un book con fotos del bebé.
Sin embargo, el fotógrafo tampoco estaba interesado en esta opción, por lo que, al no llegar a ningún acuerdo, decidieron contar con el asesoramiento de Legálitas.
De esta manera, la abogada Ana María Pérez Herrero se encargó de gestionar su caso, intentando mediar con el fotógrafo y, al no tener una respuesta positiva ni encontrar una alternativa al uso del dinero de la reserva, la siguiente opción fue el envío de un burofax por parte de la letrada junto a la pareja, de manera que les reembolsara el importe abonado como adelanto de los servicios que habían contratado. Finalmente, el fotógrafo accedió a ello, devolviéndoles los 790 euros de la reserva del servicio de fotografía de su boda.
*El nombre de nuestra clienta ha sido cambiado para proteger su identidad.
#LegálitasCasosReales