Ramón logra que le arreglen los desperfectos de un vehículo tras su compraventa gracias a Legálitas

26 Enero 2022

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Uno de los aspectos que debemos tener en cuenta al comprar un vehículo, bien sea de primera o de segunda mano, es el estado del coche. No fijarse en los desperfectos visibles y confiar en lo que nos dice el vendedor es un error muy común. Y, de hecho, las consultas sobre cómo proceder con una reclamación por los fallos que presenta el vehículo una vez que la compra ya se ha efectuado son muy frecuentes en Legálitas.

Este es el caso de nuestro cliente Ramón*. Una semana después de comprar un coche de segunda mano, Ramón lo llevó a un taller de confianza para que le realizaran una revisión completa y para su sorpresa le indicaron que tenía varios desperfectos (correa, llanta, escobillas y limpiaparabrisas.). Nuestro cliente informó de ello al taller donde compró el vehículo, pero se negaron a hacerse cargo de las reparaciones. Por esta razón, Ramón se puso en contacto con Legálitas para saber cómo proceder.   

Tras estudiar el caso, el letrado Fernando Montero, le aconsejó centrar la reclamación en el desperfecto de la llanta que sí es considerado como una falta de conformidad. Todos los demás defectos del vehículo son desperfectos visibles, que tenían que haber sido revisados previamente, por lo que efectuar la adquisición sin revisarlos es sinónimo de admitirlos.

En este sentido, hay que destacar que la falta de conformidad de un bien es su no adecuación normal a las condiciones de uso por parte del consumidor que lo haya adquirido. Por lo tanto, no hay lugar a responsabilidad por faltas de conformidad cuando el usuario conoce o no puede fundadamente ignorarlo en el momento de la celebración del contrato.

En base a ello, el letrado redactó un escrito para requerir la reparación de la falta de conformidad en lo relacionado con la llanta acreditando así la negativa al arreglo de esta y reclamando el importe del coste a la garante.

Aunque el taller no contestó a este escrito, desde Legálitas se aconsejó al cliente realizar la reparación y acudir directamente a la vía judicial con la factura para reclamar el importe de 373 euros porque el reclamado no estaba adherido a un sistema de arbitraje de consumo.

Tras varios meses, el juzgado competente dictó sentencia a favor de Ramón y el taller tiene que pagarle la factura de la reparación, por lo que nuestro cliente está sumamente agradecido a nuestro compañero Fernando por el trabajo realizado.

Desde Legálitas os recordamos que es importante realizar una revisión completa del vehículo en el momento de la compra o incluso pedir una relación de la vida útil que le quedan a las piezas de desgaste para saber a qué atenerse.

Si te encuentras en una situación parecida a la de Ramón y tienes cualquier duda sobre cómo proceder, nuestros abogados te asesorarán durante todo el proceso ayudándote a resolver el problema.

*El nombre de nuestro cliente ha sido cambiado para proteger su identidad. 

#LegálitasCasosReales

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