Mi tratamiento de estética no ha ido como esperaba, ¿qué puedo hacer?

#Actualizado a enero de 2019

Cuando llega un nuevo año, muchos de nosotros, como propósito de año nuevo, nos preocupamos de nuestro aspecto físico de manera especial. Notamos esos kilos de más que hemos cogido desde el año pasado, ese aspecto de fatiga que se refleja en el rostro por la ojeras, manchas en la piel y otros defectos que no dejan de ser subjetivos…

Pero que, a muchos, hacen que nos planteemos acudir a una clínica médica a informarnos de tratamientos adecuados a nuestro problema y precios, incluso forma de financiación si el tratamiento no está del todo a nuestro alcance.

Para ello, comparamos tratamientos estéticos o de belleza con las últimas novedades en aparatología estética, y un equipo de profesionales con experiencia en todo tipo de tratamientos de estética y cirugía. No conviene tomar la decisión a la ligera, pues se trata de nuestra salud, por encima del aspecto físico y nos puede pasar factura si no elegimos a los profesionales expertos.

¿Qué pasa si tras pasar por el quirófano o terminar otro tipo de tratamiento no estás contento o contenta con el resultado? Es el momento de valorar tus opciones dependiendo de la situación en la que te encuentres.

Si no te gusta cómo has quedado, pero tu médico te informa que el tratamiento fue el adecuado y los resultados son los que se esperaban, es posible que no se pueda concluir que la actuación del cirujano o especialista fuera incorrecta, y lo más recomendable sería consultar en otras clínicas para saber con certeza si el tratamiento podría haber tenido mejores resultados o, por el contrario, su trabajo fue el adecuado.  

Un caso diferente sería el de una negligencia médica, que se produce cuando un profesional sanitario actúa alejándose de los protocolos médicos exigibles, por acción u omisión, causando un daño físico, moral e incluso económico al paciente o a los familiares de este en caso de fallecimiento. Algunos de los errores sanitarios más habituales en cuanto a cirugía plástica y otros tratamientos de estética son:

-No obtener el resultado prometido en cirugía estética voluntaria, en liposucciones, procesos de adelgazamiento, colocación de prótesis, etc.

-Falta de consentimiento informado, y por consiguiente de la información previa del acto a realizar con sus posibles alternativas y consecuencias, no asumiendo los riesgos típicos del mismo por el paciente.

-Retraso o error en el diagnóstico correcto de una patología o lesión.

-Intervenciones mal realizadas con resultado lesivo para el paciente.

-Prescripción inadecuada de medicamentos o tratamientos.

-No seguimiento de los protocolos marcados.

-Daños producidos por el propio material quirúrgico durante la intervención o maniobra médica.

-En el peor de los casos, el fallecimiento del paciente por no prestarse la asistencia sanitaria de urgencia debida.

Si la negligencia se produce en la sanidad privada, por ejemplo, en centros médicos privados, odontólogos, centros de cirugía estética, cirujanos plásticos…Que son la elección más frecuente para tratamientos estéticos, al tratarse de intervenciones y tratamientos voluntarios, el procedimiento a seguir sería una demanda por responsabilidad civil contra los causantes del daño, ante la jurisdicción civil.

En cuanto al plazo de prescripción en estos casos, lo habitual es un plazo de 5 años, en el caso de responsabilidad contractual, aunque en otras ocasiones podría ser de 1 año, responsabilidad extracontractual. Este plazo empezaría a contar desde que ocurrió la negligencia médica, o desde el fallecimiento del paciente o en el caso de que se cause o agrave una lesión, este plazo empezaría a contar desde la fecha en la que sane.

Estas son algunas de las principales claves que debes saber si te has sometido a un tratamiento estético y el resultado no es satisfactorio o has sufrido un perjuicio en el proceso. No obstante, lo más recomendable es examinar cada caso en particular, a ser posible, con un abogado experto en la materia.