Delitos económicos: ¿Qué necesitas saber?

05 Diciembre 2014

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No es ninguna sorpresa conocer  que los delitos económicos como el fraude, la corrupción, el delito cibernético, o el fraude contable, siguen siendo una preocupación importante para  organizaciones y empresas de todos los tamaños, en todas las regiones y en prácticamente todos los sectores. Desde Legálitas alertamos sobre todo tipo de delitos y fraudes, que vemos como se incrementan con las consultas de nuestros clientes.

La delincuencia económica es una amenaza real para todo tipo de negocios a nivel mundial. De hecho, una de cada tres organizaciones afirma haber sido víctima de la delincuencia económica. Por este motivo, estos delitos se han convertido en una preocupación  para  organizaciones de todo tipo. Según el 37% de las empresas encuestadas - encuesta Global sobre Delitos Económicos 2014 de PwC- considera que ser víctima de un delito económico es una amenaza latente, aunque real. Legálitas recuerda que los delitos económicos pueden amenazar a los procesos básicos de toda empresa: pago y recogida, compra y venta, crecimiento y expansión, abastecimiento y cadena de suministro.

La delincuencia económica está amenazando desde los procesos de negocio, hasta la integridad de los empleados, además de la propia reputación de las empresas, ya que en ocasiones un solo incidente podría tener como resultado la desintegración de toda una empresa.

En Legálitas comprobamos como los tipos más frecuentes de delitos económicos son:

De manera puntual: la apropiación indebida de activos, y el fraude en las adquisiciones.

De manera sistemática (por los propios empleados): el soborno y la corrupción, la ciberdelincuencia, el fraude contable.

Hay que resaltar que aunque los delitos económicos puntuales causan pérdidas, son los delitos económicos sistemáticos los generan el mayor impacto. Además las empresas se enfrentan a amenazas tanto internas como externas, teniendo también las internas un impacto mayor sobretodo cuando son los altos directivos quienes están involucrados. El perfil del típico del defraudador interno, es el de un hombre de 31 a 40 años, con una antigüedad en la empresa de 6 o más años y licenciado.

Cada vez son más los directores y ejecutivos conscientes de los problemas que todo lo anterior acarrea, y así lo demuestran las cifras:

  • El 53% está preocupado por los efectos del soborno y corrupción en sus negocios.
  • El 49% de los directores generales están preocupados por las amenazas cibernéticas a sus organizaciones.
  • El 43% está preocupado por la protección de la Propiedad Intelectual.

Por sectores, los delitos económicos tienen mayor frecuencia en el sector de las comunicaciones, seguidos de los servicios financieros, y por último en el comercio minorista. La encuesta recoge que casi el 50% de los encuestados dijo haber sido víctima de delitos económicos.

Por último desde Legalitas insistimos en que en la era digital, en la que vivimos, la conectividad  también tiene un lado oscuro, el Cibercrimen. Los riesgos de un mundo interconectado unido a los avances tecnológicos al servicio de los negocios, sumado a un crecimiento exponencial de los medios sociales y conectividad de datos, ha modificado permanentemente y en muchas formas el entorno comercial y el de los consumidores. Lamentablemente, conectividad y acceso también permiten que la ciberdelincuencia opere de forma inadvertida, lo que hace que las empresas, en muchas ocasiones, desconozcan que son el blanco de ciberdelincuentes y no actúen en consecuencia tomando medidas de prevención.

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